Si las encías sangran, es muy probable que la persona afectada presente gingivitis. Consiste en la inflamación de las encías, que es el efecto a corto plazo de la acumulación de placa en los dientes. Un buen cepillado desde una edad temprana con la técnica anteriormente explicada en este mismo blog es fundamental. Si no se toman medidas para evitarla, la enfermedad puede avanzar, viéndose agravados sus síntomas y consecuencias.
Cuando la gingivitis no es tratada y avanza, pasa a denominarse periodontitis. Esta enfermedad de las encías afecta a entre un tercio y la mitad de la población adulta española, en mayor o menor medida. No duele y para muchos puede pasar inadvertida, pero mucho cuidado porque es la principal causa de pérdida de piezas dentales de forma generalizada a partir de los 50 años (un tercio de los ancianos españoles tiene perdidas más de 16 piezas y uno de cada diez, no tiene dientes). Además, la inmensa mayoría no es consciente de su gravedad.
La periodontitis consiste en la destrucción progresiva de los tejidos que sujetan el diente dentro del hueso a causa de una inflamación prolongada en el tiempo y la presencia de ciertas células con alta capacidad destructiva, pudiendo llegar a provocar la movilidad de los dientes y la aparición de recesiones gingivales, lo que supone un agravio estético importante.
Se puede controlar pero no se puede volver a la situación inicial antes de padecerla.
La principal causa de esta enfermedad es una mala higiene a lo largo de los años, aunque también se consideran factores de riesgo importantes los siguientes:
En definitiva, llevar un estilo de vida saludable y tener buena higiene dental son las mejores estrategias de prevención; así como visitar periódicamente a tu dentista.
En nuestra clínica ofrecemos cursos gratuitos para nuestros pacientes para educar en una correcta higiene dental desde edades tempranas, contribuyendo así a la prevención de esta enfermedad.
