Las “muelas del juicio” o terceros molares son los dientes más posteriores de la boca. Aparecen (o deberían aparecer) entre los 17 y los 25 años y suelen ser unos dientes muy conflictivos. También es habitual que algunos pacientes no presenten las cuatro muelas. Pueden faltar todas, alguna o ninguna.
Éstas pueden causar dolor, inflamación, infección, influir en un movimiento indeseado de los demás dientes, provocar cambios en la mordida creando contactos prematuros e incluso provocar un quiste.
Podemos encontrarnos varios escenarios posibles dependiendo de la edad del paciente, grado de formación de las muelas y posición de estas.
Pero creo que lo más sencillo será explicar primero los casos en los que no las extraeremos. Para que esto suceda, deberían darse las siguientes condiciones:
- Están sanas e íntegras
- Erupcionaron por completo y en una posición vertical (sin falta de espacio)
- Tienen mordida con la muela opuesta
- Se puede mantener una higiene correcta (cepillarlas bien y que no se queden restos de comida)
- Hay ausencia de dolor, inflamación, infección y contactos prematuros al cerrar la boca.
Estas condiciones solo las cumplen aproximadamente 1/5 de la población, normalmente con dientes de tamaño mediano o pequeño y maxilares grandes.
Si eres de los desafortunados 4/5, deberías conocer el siguiente protocolo de actuación que nosotros seguimos:
- Si el paciente es menor de 17 años, esperaremos al crecimiento facial y al desarrollo de las muelas y valoraremos su extracción cuando sea el momento. Con excepción de la extracción prematura por motivos de ortodoncia (a veces es necesario extraerlas para aprovechar el espacio que dejan y mover el resto de los dientes hacia este espacio)
- A partir de los 17 años, mandamos hacer una radiografía panorámica en la que vemos todos los dientes y podemos valorar la situación de las muelas del juicio incluso antes de que salgan. En el caso de que se cumplan o veamos que se van a cumplir las condiciones anteriormente mencionadas, esperaremos. Si vemos que no se cumplen, procederemos a la extracción de la muela afectada y de su opuesta.
- En el paciente adulto, tomamos una radiografía protocolaria para ver el estado general de la boca. Si las muelas no han aparecido para entonces, asumimos que o no existen o no cumplen las condiciones de no-extracción.
Espero que esta pequeña entrada de blog les haya sido de utilidad. Si quieren que les atendamos personalmente, les esperamos en nuestra clínica.
¡Saludos a todos!