En nuestra clínica tenemos todo tipo de pacientes: adultos, adolescentes y niños. Algunos de ellos llevan piercings en la boca… ¿Qué pensamos de ello?
Los pacientes con lesiones causadas por piercings suelen acudir al estudio donde se los han realizado. Sin embargo, en algunas revisiones nos encontramos con lesiones causadas por estos de las cuales ni siquiera son conscientes los mismos pacientes. En nuestra clínica, por tanto, ponemos especial atención en su vigilancia.
Los problemas más frecuentes son:
- Fisuras y fracturas producidas por el golpeteo y roce contra los dientes anteriores.
- Pérdida de encía provocada por la colocación de piercings en los labios. Suelen ser planos y metálicos en su parte interna, pudiendo provocar recesiones.
- La hipersalivación ocurre siempre que llevamos un elemento extraño en la boca. Por ejemplo, cuando nos colocan un aparato de ortodoncia suele ocurrir lo mismo durante los primeros días; esto no es malo, simplemente es una situación temporal incómoda.
Un jugueteo constante puede provocar fisuras en incisivos e incluso falta de pequeños fragmentos de diente. Estas fisuras no son fáciles de ver, por lo que utilizamos luces especiales para detectarlas. De esta forma enseñamos al paciente el problema que le está causando llevarlo. Es él quien tiene que decidir si quitárselo o no.
En otras ocasiones, nuestra recomendación de quitarlo es insistente. Por ejemplo, en casos donde las encías, más finas de lo normal, sufren una recesión por el apoyo del piercing.
Nosotros no damos pautas especiales de limpieza de los piercings. Suelen darse en el momento y lugar donde se los hacen, pero sí que insistimos en tener una buena higiene oral para prevenir la aparición de infecciones.
Cuida tu higiene y procura no jugar con tu piercing. Evitarás sorpresas poco agradables.