Niños muy pequeños, experiencias negativas anteriores o simplemente el miedo a lo desconocido puede hacer que la cooperación de los niños no sea la adecuada y sea necesario utilizar alguna técnica de sedación para poder realizar los tratamientos dentales necesarios.
Tipos de sedaciones
Ansiolisis
Es la técnica más básica para controlar la ansiedad y el miedo. Consiste en la administración de medicación vía oral 30-40 minutos antes de comenzar el tratamiento. El niño está totalmente consciente, no dormido. La ansiedad disminuye, favoreciendo su relajación. En la mayoría de los casos ésto suele ser suficiente para que el niño se sienta cómodo y coopere mientras le realizamos el tratamiento.
Sedación con óxido nitroso
Este método, si no es con niños colaboradores no resulta efectivo, ya que suele ser necesaria la sujeción del paciente. Es más apropiada para ciertas cirugías en adolescentes y adultos.
Sedación profunda
En algunas ocasiones la ansiolisis no es suficiente y es necesaria una sedación profunda. Se requiere la intervención de un anestesista especializado y un equipo especial de monitorización y reanimación. Es el paso anterior a una anestesia general. El paciente se duerme profundamente mediante la administración del fármaco sedante vía intravenosa. Se produce una reducción significativa de la capacidad de respuesta a estímulos. Se realiza la totalidad del tratamiento en la misma sesión.
El paciente, finalizada la intervención, se despertará con zonas de su boca dormidas y con sensaciones propias de la anestesia por lo que los padres deberán vigilarlo para evitar que pueda causarse ningún daño.
En Clínica Cerrolaza valoramos cada caso individualmente, proponiendo la mejor solución para cada paciente. ¿Necesitas nuestro asesoramiento?
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